¿Ratas u Hombres de laboratorio?

Hace pocos días me hallaba en una convención, fue una buena oportunidad para conocer la alternativa que se está ofreciendo a la ciudad para reducir la contaminación mediante el uso del gas natural vehicular, aparte de esto les “promete” bajos costos a los usuarios, lo que creo sería difícil asegurar en un mercado tan despiadado como este y mientras los economistas arrancan sus cabellos en primera plana; pero no pude evitar observar que, tal vez habían más prototipos de belleza femenina en el lugar que stands de exposición, no pretendo con este articulo plasmar los gritos de una sociedad machista y tradicionalista, no es eso lo que intento, estoy en contra de esas etiquetas sexistas con las cuales se busca establecer una hegemonía, ¿a caso no es uno de los fines en nuestra constitución la igualdad?, cito “…….y con el fin de fortalecer la unidad de la Nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo , la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico, democrático y participativo…….”, si el estado no puede asegurarnos esto, ¿por qué no hacerlo nosotros mismos?, ¿Por qué buscar siempre motivos para segregar, para odiar, para menospreciar y para discutir?, pero aun así seguimos dejándolo todo en manos de otros y buscamos siempre la posición que nos de mas “poder y seguridad”, peleamos como en el reino animal por el puesto del Macho alfa; pero la situación me llevo a pensar, ¿no es así como se les venden los objetos a animales de prueba? ¿ Mediante los instintos primarios?, acaso ¿nos han hecho tan inútiles las limitaciones que nos impone la sociedad (y nosotros mismos, ya sea por permitirlo o por nuestros prejuicios, etiquetas y de más. ) ,como para no hacernos aptos en la toma de decisiones y de razonar?. Y esta no es la primera vez, ni la ultima, a diario se nos venden imágenes, en los medios, en las calles, hasta nosotros mismos intentamos vender lo que somos a través de una imagen, como si lo que fuésemos como personas no importara en lo mas mínimo, y buscando con desesperación encajar en los prototipos impuestos por la sociedad, peor que todo esto es saber que como un ratón de laboratorio, seguimos corriendo con desesperación en ese sórdido laberinto en busca de una pieza de queso.