sobre hechiceras

El malleus maleficarum, es tal vez uno de los libros renacentistas que nos permiten apreciar fácilmente la posición de la mujer en aquella época, su figura ha sido satanizada y por tanto relegada en la sociedad, tal vez el hecho de que solo las mujeres pudiesen ser aliadas del demonio o su puente con esta realidad podría mostrarnos con cierta claridad la segregación sexista del renacimiento (no dejando a un lado también otros aspectos que nos permiten llegar a esta idea).
La mujer con el tiempo no tendrá las mismas dificultades, pero las conserva aunque estas puedan ser más sutiles para ojos ciegos, antes no podíamos votar, no teníamos acceso al estudio, no teníamos vos y voto en el hogar, éramos cambiadas en matrimonio por deudas o muestra de gratitud, y de mas; haciendo una rápida comparación obtendríamos lo siguiente: las mujeres hoy pueden votar, tienen acceso al estudio, en algunos hogares tienen voz , pero en otros tantos de ellos hay todavía bosquejos de la hegemonía sexista del género masculino y la mujer puede terminar todavía relegada a tareas repetitivas en el hogar , de forma lamentable podríamos comparar como para los griegos quienes estaban confinados a tareas repetitivas eran considerados como hombres no libres, en este punto no lo son, ni muchos de nosotros que dejamos que nos conviertan en una pieza mas que tiene labores básicas, peor que esto es que no nos esforzamos en salir de esos arquetipos, seguimos viviendo con mas y mas levedad cada día, en realidad temo mucho que alguna vez nuestra piel empiece a oxidarse y nuestro cerebro a fundirse por la falta de uso; y se podría decir también que la mujer decide con quien casarse, pero las ataduras de esta hoy se hicieron más imperceptibles, aunque el hombre ha perdido la libertad y poder que ostentaba tener en el pasado, en este sentido , la mujer está condenada hoy a encajar en estándares de belleza (increíble que permitamos que alguien decida por nosotros lo que es bello, siendo este un aspecto tan subjetivo, por ejemplo para mí la belleza se esconde tras la lluvia, me habla por medio del viento, me toca con melodías y se me presenta siempre que abro los ojos, sin embargo para otros puede presentarse con la luz del sol, con un abrazo o con un gesto tierno, ni ellos, ni yo estamos equivocados, esa es la verdad para cada uno de nosotros y que sea nuestra la torna aun más hermosa, por tanto no debería ser presta a generalizaciones), en ciertos modelos de personalidad, formas de vestir, etc. Y el hombre debe escoger entre estas imágenes etéreas que se le ofrecen, este es juzgado por los demás si busca a alguien diferente, a una persona que haya intentado romper esas cadenas (lamentablemente muchos no tienen la fuerza para enfrentarse a esto ni a ellos mismos, por el arraigamiento que presentan los paradigmas que se difunden en los medios de comunicación, y hasta en nuestras conversaciones más triviales). Espero, más bien confió, en que tanto los hombres como las mujeres (pues no pretendo que este sea un texto que pueda alentar a muchos en una campaña por buscar la hegemonía y el poder de cualquiera de los sexos) puedan ver este tipo de cosas, y descubrir muchas otras, por ahora quería hablar de este aspecto que podría ser uno de los más evidentes, si bien no de los mas confusos. Si no cree en lo que escribo, no es motivo para que deseche este articulo, no es mi idea encontrar eco (como lo he dicho antes), mi idea es que fundamente lo que piensa o derribe cualquier dogma que ponga en duda, para construir bases solidas y reflexionar sobre cosas para las cuales creemos no tener tiempo o que decidimos abandonar a cambio de no obtener esa responsabilidad, de no comprometer ciertas cosas que podrían tener consecuencias en nuestra manera de ver la vida……espero cierta vez dejemos de ser tan facilistas.

Cindy Zuluaga Ramírez.