Sería preciso para empezar, advertir que quien escribe no tiene la verdad, solo busca tal vez como muchos intentar gritar en un valle lleno de silencio, pero jamás para hacer eco, sino para crear una respuesta distinta.
Aquellos días en que la lluvia amenaza a través de las ventanas con fragmentar nuestra “segura” realidad, y vemos por las calles a miles de personas huir de las gotas de lluvia, huir de los milagros de vida, queriendo resguardarse de cualquier cosa que comprometa la monotonía de sus vidas, o que amenace con destruir el disfraz que llevamos y por tanto la venda en los ojos, nadie se toma el tiempo para correr y cantar bajo la lluvia, para ver en realidad, para sentir el mundo y todo lo que este nos ofrece, solo serian clasificados como locos, oscuro designio de la sociedad para quienes se atreven a pesar de manera diferente, desciframos que preferimos morir asfixiados por el ritmo de vida que llevamos, que detenernos a vivir.
Siempre preferimos confinarnos en nuestros hogares, escondernos al mundo, amenazarlo con barrotes en los jardines, con enormes cerraduras en las puertas, con púas en nuestros techos, etc. Realmente tememos a encontrarnos con algo diferente en nuestra vida, le tememos inmensamente a pensar, pues los dogmas impartidos fuera tienen bases débiles, y la más mínima brisa, rayo de sol, gota de lluvia, conversación, etc. Ponen terriblemente en riesgo “quiénes somos” o más bien Lo que nos hicieron, preferimos huir a ello, en nuestro país, como tal vez en algunos otros, de modo facilista denominando a todo lo que pueda ser diferente como algo subversivo; las vendas en nuestros ojos, los sellos en nuestros oídos y la mano de otros sellando nuestros labios, no nos permiten realizar que lo diferente no es malo, es solo diferente, por tanto excepcional y necesario para fundamentar quienes somos, poner a prueba lo que pensamos, fundamentarlo o derribarlo; tal vez el peor problema en un estado no es la diversidad, sino mas bien la uniformidad, muchos llegamos a formar parte de las masas grises circulando por las calles a ningún lugar, pero siempre con mucha prisa, terriblemente confundidos, terriblemente manipulados, pero también están quienes no se cansan de gritar la verdad, y se convierten tal vez en los más bellos personajes de este cuadro, gritando a sordos, mirando a ciegos, razonando con descerebrados y pidiendo respuesta de mudos. Ojala alguna vez pensemos en los días como lienzos perfectos para dibujar una nueva realidad….cubierta por miles de colores, todos diferentes, pero todos maravillosos.
Cindy Zuluaga Ramírez.
Gritemos en un valle de mudos, ¡pero no para crear eco!.Cindy Zuluaga Ramírez // Screaming in a silent valley, but not to create eco!. Cindy Zuluaga Ramírez
martes, 30 de junio de 2009
Saludo a nuestros visitantes
En esta época es muy fácil encontrar webs orientadas a dogmatizar, a imponer un único patrón de conducta, modelo de pensamiento, etc. Lo sabemos, somos parte de la cultura; El anfiteatro de Sofía pretende darle a la diversidad la posición que merece, pues a menudo su imagen ha sido satanizada por la sociedad, y esperamos que cada uno de los visitantes encuentre un valor para darle a las diferencias que se han erradicado del paisaje que nos rodea en la actualidad (tal vez como consecuencia de la globalización). Esperamos que como en la ilustración nosotros mismos la verdad salgamos a buscar.
Cindy Zuluaga Ramírez
Cindy Zuluaga Ramírez
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